Terapia Energética


La terapia vibracional trabaja con los elementos de la naturaleza y los sentidos del paciente, en forma natural y holística,  por tratar al ser en su totalidad, por medio de ondas energéticas  y sonoras que penetran en cada partícula del ser, devolviéndole la armonía natural, afectando sus cuerpos físico, mental, emocional y energético.  La interacción de los diversos elementos le devuelve la vitalidad perdida.  Nuestro ser físico, las emociones, los pensamientos y nuestro espíritu, todo en su conjunto es energía pura que se combina de tal manera que nos hace únicos, la energía que somos, tiene una frecuencia que se puede mejorar y cambiar mediante diferentes técnicas.


El cuerpo humano tiene la capacidad de regenerarse a sí mismo, esto tan simple como suena, se puede observar al restablecerse un hueso de una fractura, o al cerrar una herida. 

El cuerpo emocional se influye por todos los aspectos emotivos a los que se enfrenta el  ser humano en su diario existir.  Al estar conscientes de las formas de pensamiento, podemos armonizar los estados emocionales o mentales nocivos, y liberar las formas de pensamiento negativas acumuladas, pues estas emociones afectan o estimulan las glándulas que controlan los procesos electro-químicos de las células. Por ejemplo, si una persona guarda sentimientos de tristeza, causa cambios en la mezcla de químicos dentro del organismo.

El cuerpo mental se influye por todos los procesos cerebrales, como el miedo, la confusión, la depresión, el stress y pueden afectar las formas de pensamiento causando un desequilibrio en el cuerpo completo.

El cuerpo espiritual es aquel que se ve influenciado por la creencia de fuerzas superiores, la fe, la conexión con la Conciencia Suprema.

Si una persona se siente que es una entidad aparte del Creador del Universo, entonces este aislamiento crea desesperación que afecta todos los niveles de la mente, al mismo tiempo que altera las emociones y el funcionamiento cuerpo físico. Si esto persiste por mucho tiempo, los órganos se afectan, y hay riesgo de enfermedad.

Cuando se presenta la enfermedad, la medicina tradicional trata el síntoma físico; un tratamiento de medicina holística puede equilibrarlo todo -- la mente, el cuerpo, las emociones y el espíritu, pues el ser humano debe ser tratado como un ser completo; holísticamente (viene del griego "holos" que quiere decir "todo").

Cualquier cosa que prive a las células de recibir su suministro adecuado de energía, causa que se debiliten, y envían un mensaje a la mente para solicitar energía que alivie el problema. Si el cerebro esta escuchando el mensaje correcto, entonces enviara suficiente bioenergía y la célula se recuperará.   Cuando la mente se altera o se influencia de alguna manera negativa, no puede responder a las solicitudes internas que recibe.

El cuerpo se desbalancea, opera de forma inadecuada y entonces los procesos lógicos de respuesta no pueden funcionar como debe de ser y responde de formas imprevistas, equivocadas o con errores.

Actualmente, los doctores y fisiólogos, están comprendiendo que el cuerpo físico es en realidad un cúmulo de partículas de energía, las cuales tienen características de frecuencia, que es lo que determina la densidad de la materia, ya sea física o etérica.

Se esta entrando en una nueva era de medicina cuántica, en la cual los profesionales de la salud utilizan distintos sistemas de curación con terapias vibracionales, como lo son los cristales, elixires de gemas, esencias de flores, sonidos armonizadores y técnicas relacionadas con los meridianos energéticos, como la acupuntura, digitopuntura, Reiki, etc.   Esto es la medicina holística, se trabaja con el cuerpo físico, mental y etérico. Estos tres cuerpos están interconectados y se afectan entre si; pero, en realidad, los tres cuerpos no son independientes, sino que trabajan en conjunto y el estado en que se encuentran, es lo que conforma la realidad de lo que es el ser humano en si.

Se ha llegado a la conclusión de que la mayoría de las enfermedades son psicosomáticas, ya que comienzan desde un desajuste en la mente, como puede ser inferioridad, culpabilidad, etc., un desajuste en las emociones, como puede ser rencor, odio, etc., y finalmente afectan el cuerpo físico comenzando por un breve molestia, después dolor constante, y si persiste el desequilibrio, se convierte en un padecimiento o enfermedad.

Esto nos da a entender que somos totalmente responsables de lo que sucede dentro y fuera de nosotros, ya que todos los patrones de pensamiento afectan y movilizan energías