Las ventosas son un antiguo método terapéutico
que nació en China hace unos 2.000 años. En América y Europa comenzaron a
usarse a principios del siglo XIX y en nuestro país, incluido Chiloé, es una
práctica que habitualmente usaban nuestras abuelas y bisabuelas, especialmente
en el campo.
La terapia consiste en la utilización de
pequeños vasos que por efecto de succión, traccionan la piel y tejidos
subyacentes, generando una importante acción sobre la sangre, la energía, el sistema
nervioso, los tejidos y los órganos internos.
En la Medicina Tradicional China la aplicación
de ventosas es una práctica habitual, y en muchas ocasiones se emplea
complementando a la práctica de la acupuntura. Las Ventosas aspiran y eliminan
las toxinas del organismo, limpiando el qi (energía) y la sangre del cuerpo,
desintoxicándolo. Son de acción rápida y altamente efectivas.
Algunos
de sus beneficios son:
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Activa
la circulación de la sangre y de los fluidos corporales.
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Regula
y mejora las funciones del sistema nervioso.
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Alivia
el dolor.
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Libera
las toxinas.
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Limpia
las venas, arterias y capilares.
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Elimina
las inflamaciones y retenciones de
líquidos.
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Activa
la piel.
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Mejora
las varices.
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Relaja
los músculos y tendones anquilosados o entumecidos.
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Mejora
el peristaltismo intestinal y la secreción de jugos digestivos.
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Estimula
la secreción hormonal.
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Retrasa
el proceso de envejecimiento.
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Mejora
el funcionamiento de las articulaciones.
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Moviliza
las grasas localizadas.
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Calma
el estrés y ansiedad.
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Mejora
el estado de ánimo